SUEÑO DE LUNA CRECIENTE...
Estaba en el campo, en un día soleado de primavera. Cruzaba una puerta de madera que me llevaba a un cuarto, nocturno y urbano: había una cama de dos plazas y yo bruscamente te tiraba sobre el colchón y me tiraba encima tuyo... quería cerrar la puerta, porque del otro lado había gente... pero vos me decías que mi sexualidad te parecía muy agresiva, que así no querías, entonces yo te contaba que había empezado a menstruar y me ponía medio salvaje, bruja..., entonces vos te sincerabas conmigo y me hablabas de cómo tu familia se había hecho evangélica para zafar en los tiempos de la persecución. Salíamos a un balcón y veíamos el cielo como desde el borde de un planeta. Una luna grande y amarilla, recién empezando a crecer, asomaba en la distancia de un cielo negro lleno de estrellas y galaxias; después, muy cerca, una luna del mismo tamaño empezaba a crecer hasta hacerse luna llena... las lunas se empezaron a acercar y solo cuando estuvieron casi al lado nuestro percibimos la velocidad con que se movían; eran un satélite con tres antenas parabólicas (la tercera era una luna nueva, apenas la vimos pasar). Entonces el cielo se apagó y debajo de la azotea aparecieron otros edificios, la ciudad empezó a tomar forma, y yo exclamé ¡Es Buenos Aires!, y seguimos nuestra conversación...
Cuando desperté sentí el goteo cálido entre mis piernas....
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